DeFi

¿Qué son las finanzas descentralizadas o DeFi?

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Para los más entusiastas es una revolución, de hecho fue uno de los motores del crecimiento de las criptomonedas en el último año (bueno, hasta que Elon hizo de las suyas). Pero para los escépticos es otro volador de luces que está relacionado al mundo “crypto”. 

¿Pero qué es exactamente esto de las finanzas descentralizadas o simplemente, DeFi? ¿Por qué ha crecido tanto e influye en el mercado de las criptomonedas en general?

La versión corta para sorprender en el zoom familiar de la semana sería que son servicios financieros, que no necesitan intermediarios como un banco, y están basados en tecnología llamada Blockchain, que fue inventada para la criptomoneda Bitcoin. 

La tecnología blockchain ha permitido una nueva ola de servicios financieros en línea sin una autoridad central por primera vez. DeFi es un término generalista para cualquier producto financiero descentralizado, y la mayoría de los productos DeFi se basan en Ethereum, aunque unos pocos protocolos DeFi han migrado a otras cadenas de bloques para disfrutar de mayor velocidad y escalabilidad.

Qué es Blockchain

La confianza en las instituciones vs los Smart Contracts

Lo medular de estos servicios financieros es que utilizan contratos inteligentes (un pedacito de software), que  sustituye a la entidad financiera en la transacción. La gracia es que nadie puede alterar ese contrato inteligente y siempre se ejecutará según lo programado. Los contratos al ser públicos, cualquiera los puede inspeccionar y auditar.

DeFi reemplaza a las instituciones tradicionales y al sistema legal con contratos inteligentes que son acuerdos legales o comerciales escritos en código, y normalmente reemplazan la necesidad de confianza con el uso de garantías. Los smart contracts se almacenan y ejecutan en una cadena de bloques (blockchain) para su custodia. 

La confianza en las economías avanzadas en el sistema financiero está basado en un mediador institucional, como un banco central autónomo en el sistema legal para manejar las disputas. El blockchain está descentralizado – por lo que todos en la red tienen una copia encriptada del acuerdo, en caso de cualquier controversia inesperada.

¿Qué puedes hacer con DeFi?

Algunas aplicaciones de DeFi son los  Intercambios Descentralizados, las Plataformas de Préstamo y los Prediction Markets.

En los intercambios descentralizados o DEX, los usuarios pueden conectarse directamente entre sí para comprar y vender criptomonedas. Los activos negociados bajo DEX nunca se mantienen en un depósito de garantía o cartera de terceros, como se hace con los intercambios centralizados. Algunos DEX relevantes son Uniswap, Curve y SushiSwap.

Mientras que plataformas como Binance y Coinbase son ejemplos populares de intercambios centralizados. En este caso, los compradores y vendedores confían en que la autoridad central mantenga seguros sus activos digitales.

Uno de los beneficios de las las plataformas de préstamos descentralizadas permiten un acceso más igualitario a préstamos, a diferencia de la banca tradicional. Con el sistema financiero tradicional, es necesario ofrecer garantías antes de poder acceder a préstamos del banco. 

Estas plataformas utilizan contratos inteligentes sin intermediarios en un sistema abierto. Los prestamistas pueden ganar intereses sobre sus criptoactivos prestándolos, mientras que los prestatarios pueden acceder a liquidez sin vender sus activos.

Otra aplicación DeFi son los mercados predictivos (Prediction markets en inglés), donde los usuarios hacen apuestas sobre los resultados de futuros eventos. Estas plataformas funcionan como los mercados de predicción tradicionales, pero con la funcionalidad de blockchain que elimina los intermediarios.

Qué es DeFi

DEFIntech, this is the way

Por Cristóbal Pereira, CEO en LatAmTech Finance, director en mifuturofinanciero.com y Godzillion.

El ecosistema Fintech de Latinoamérica vive un gran auge, pasando de 550 emprendimientos financieros tecnológicos en 2016, a más de 1.100 en 2020, es decir, un incremento de 19% compuesto anual, un alza para la que destacan países como México, Brasil, Colombia, Argentina y Chile.

Estas empresas destacan, principalmente, porque buscan por medio de los avances tecnológicos implementar mejoras al actual sistema financiero, buscando disminuir costos a los clientes, hacer procesos más rápidos y mejorar la experiencia de usuario. Sin embargo, el uso de tecnologías en este sistema tiene un límite, principalmente por el antiguo sistema bancario tradicional.

Cuando hablo de antiguo sistema me refiero a arquitecturas bancarias construidas con lenguajes de programación que prácticamente no existen, muy difíciles de actualizar, con grandes requerimientos de inversión. Lo fácil, por ende, es mantenerse como están.

Esto ha significado que promesas como inclusión financiera no puedan llevarse a cabo del todo a través de las fintechs, a pesar de que los segmentos de pago y préstamos son los que más han recibido inversión durante 2020.

Necesidades para que fuera diferente sobran: en Latinoamérica, el 50% de la población no está bancarizada, y sólo el 31% tiene acceso a créditos. La concentración de los bancos Top 5 sobrepasa el 70% del mercado en estas economías, concentrando así el desarrollo de productos financieros en la elite.

Sumemos a eso que los latinoamericanos aún deben concurrir a sucursales bancarias para hacer gran parte de los trámites de apertura de una cuenta, préstamos, tarjetas, remesas, etc. ¿Qué espacio tiene la tecnología?

Como dato final, en México, más del 90% de los pagos se realizan en efectivo, mientras que en Brasil esta modalidad es del 70%. Entonces, todo esto me hace dudar si realmente estamos mirando hacia el futuro, y si lo hacemos, qué tan convencidos estamos.

Una luz de esperanza se abre con el desarrollo de la tecnología blockchain y sobretodo con el reciente ecosistema de finanzas descentralizadas, más conocidas como DeFi, que están abriendo un abanico impresionante de oportunidades para las fintechs de la región, por ejemplo, en materia de ahorro, crédito, pagos y remesas. Poder enviar remesas a costos de menos de US$1, o quizás ofrecer un producto de ahorro en dólares a una tasa de 10% anual, ¿acaso no suena interesante y justo?

Es tiempo de mirar hacia otro lado, no solamente hacia el sistema financiero tradicional, hacia esa vía por la que avanzan innovadores, programadores y visionarios, motivados por lograr que las transacciones sean transparentes, con costos bajos; donde existan activos globales que operen 24/7, los 365 días, y donde realmente sea posible lograr la ansiada inclusión financiera.